sábado, 3 de noviembre de 2012

VIH.2 - EVALUANDO A LAS PERSONAS CON VIH



Introducción

La evaluación de las personas con infección por VIH se hace tomando en cuenta sus condiciones clínica e inmunológica y la carga viral que tienen.

Las condiciones clínica e inmunológica de las personas afectadas se traducen en el estadio clínico de la enfermedad.

El estadio clínico del VIH se hace según la clasificación de la Central de Control de Infecciones de los Estados Unidos (CDC) del año 1993.

La clasificación de la CDC contempla 3 categorías clínicas (A, B y C). A para asintomáticos, B para condiciones intermedias y C para condiciones indicadoras de SIDA.


Condición clínica

La categoría A también incluye la linfadenopatia generalizada persistente, que es una manifestación temprana de la enfermedad.

La categoría B incluye condiciones como diarrea acuosa aislada, candidiasis oral, herpes zoster, prurigo, bronquitis recurrente, etc.

La categoría C incluye las condiciones indicadoras de SIDA que varían de acuerdo a la región.

En nuestro medio el 60-80% de los casos de SIDA corresponden a diarrea crónica/consumo y tuberculosis.

La diarrea crónica asociada al VIH habitualmente es acuosa y se presenta sin fiebre. Cuando progresa en frecuencia e intensidad produce consumo o caquexia.

La diarrea crónica habitualmente es ocasionada por coccidios (Isospora, cyclospora, Cryptosporodium) o Microsporidios (microsporidium).

La diarrea crónica también puede ser ocasionada por el mismo VIH como parte de una enteropatía SIDA. El diagnóstico en la práctica suele ser por exclusión.

La tuberculosis se puede presentar en cualquier etapa de la enfermedad; pero con diferencias clínicas y microbiológicas importantes.

Las personas con VIH y recuentos de CD4 altos (categorías 1, 2) desarrollan formas clásicas de tuberculosis con hemoptisis y oquedad en ápices pulmonares o efusión pleural.

Las personas con  VIH e inmunosupresión severa (categoría 3) desarrollan tuberculosis atípicas con mayor intensidad de síntomas y extensión (órganos comprometidos).

Así, una persona puede desarrollar tuberculosis ganglionar generalizada, tuberculosis pulmonar y meningo-encefálica, o tuberculosis hepato-esplénica con abscesos.

Las condiciones indicadoras de SIDA restantes forman una miscelánea integrada por: neumocistosis, toxoplasmosis, criptococosis, retinitis por citomegalovirus, neoplasias, etc.

En personas con VIH que presentan fiebre prolongada y que proceden de la selva pensamos en histoplasmosis hasta demostrar lo contrario.


Condición inmunológica

El recuento de linfocitos T - CD4 se expresa en células por microlitro (cel/mcl) y también tiene tres categorías: 1, 2, 3.

Categoría 1: recuentos mayores de 500 cel/mcl, categoría 2: recuentos entre 500 y 200 cel/mcl y categoría 3: recuentos menores de 200 cel/mcl.

Cuando el recuento de CD4 < 50 cel/mcl se puede decir que la enfermedad es avanzada, lo que implica mayores riesgos como linfoma cerebral o retinitis por citomegalovirus.

Las causas de morbi-mortalidad de las personas con VIH están relacionadas estrechamente con los niveles de CD4 que tengan.

Una persona con VIH puede estar libre de síntomas (categoría clínica A) y tener a la vez un CD4 muy bajo (categoría inmunológica 3).

El estar libre de síntomas no garantiza que el CD4 sea alto. Por ello es importante que las personas con VIH no se oculten a si mismas la enfermedad y se hagan evaluar.

Incluso actualmente una proporción importante de las personas con VIH que ingresan a los programas de tratamiento lo hacen en estadios clínicos avanzados.

Esto hace que las probabilidades de recuperación disminuyan, y si logramos que salgan de una condición clínica precaria pueden quedar con secuelas importantes.

El CD4 disminuye en promedio en un rango de 30-90 cel/mcl por año. Por ello el próximo control de CD4 en personas que no están en TARV puede variar en el tiempo.


Carga viral (CV) del VIH

La CV del VIH mide la cantidad de virus circulante en sangre y se expresa en copias de virus por ml (c/ml). El costo de la prueba puede fluctuar entre 400 - 600 nuevos soles.

La CV puede formar parte de la evaluación inicial de las personas con VIH; pero si es imprescindible en el control de la terapia antirretroviral (TARV).

Por ello decimos que antes de la TARV lo más importante es la clínica y el recuento de CD4, y después de iniciada la TARV lo más importante es la CV.

Los niveles de CV tienen relación con la progresión de la infección por  VIH que se expresa en una reducción progresiva de los niveles de CD4.

Personas con niveles altos de CV (> 105 c/ml) pueden tener recuentos de CD4 bajos en menos tiempo que personas con niveles bajos de CV (< 5 x 103 c/ml).

Esto es importante porque una persona con VIH puede seguir expuesta y seguir re-infectándose haciendo que su CV sea o se mantenga alta.

Mantener una supresión virológica (CV < 400 ó 50 c/ml) es el objetivo a largo plazo en las personas con VIH que han empezado TARV.

El estadio clínico al que uno llegó cuando empezó la TARV no se pierde porque uno puede regresar a éste si pierde el control virológico de la enfermedad.

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